miércoles, agosto 05, 2009

Construcción de las iglesias de Juli

La fantasía popular y la leyenda, nos dicen que Juli antiguo estuvo en el lugar que actualmente se conoce con el nombre de Lundaya o Lundayani, al sur de la ciudad y a dos leguas de distancia, en una explanada llena de jichu y a orillas de un riachuelo quo baja del cerro Tisñachuro, hacia el río Salado. La verdad es, que yo creo en la existencia de esa ciudad antigua. Y las razones son: que existen ruinas de callejuelas, pequeñas plazoletas, y los cimientos—únicamente—en la parte central de una chulpa de época preincaica. Sin duda que ésta era una ciudad aymara antiquísima, un poblacho de esns que agrupaban a las tribus aymarás en sus continuas luchas de tribu contra tribu. Por eso la existencia hacia el norte de este pueblo y a la distancia de media legua, las famosas pucaras que existen en PUCARANI, que eran sin chula alguna, para defender a Lundaya o Lundayani, que en ayniara quiere decir Lunttatani, lugar poblado de ladrones, indudablemente por la soledad del paisaje. Sólo asi se explica la existencia de chulpas destruidas y callejones y chozas derruidas. Los primeros españoles que llegaron a Juli, me refiero a los que vinieron a establecerse, que fueron los frailes dominicos, allá por los años de 1534, encontraron la población indígena de Juli y también la población indígena de Lundayani, como centros de creciente desarrollo entre los aymaras. Estos que trataban de adoctrinar a todo evento, construyeron en Juli tres templos; Santa Bárbara, San Pedro y San Juan.

Ruinas de la iglesia Santa Barbara construida por los padres dominicos, destruida a la llegada de la Compañía de Jesús a Juli


San Pedro, segunda iglesia construida por sacerdotes dominicos,
conservada y terminada por los Jesuitas
Portada de la Iglesia San Juan,
iniciada por los curas dominicos y culminada por los jesuitas
En Lundaya una capilla, cuyos restos aún se conservan en ruinas y que por la amplitud del edificio, así como por la solidez de su construcción, significa que hubo labor constante y por mucho tiempo. Durante la construcción de esta capillita y para no perder tiempo en el adoctrinamiento, pusieron su templo provisional dentro de una cueva, en un lugar próximo, en un cerro; y cuenta la leyenda que en un lugar apropósito de este cerro, existían aún hace pocos años, los palos que sirvieron para sostener las campanas cuyo sonido repercutía en el fondo de la roca con sonoridades solemnes y sobre naturales. Sea esto la verdad o no, lo cierto es que los dominicos vivieron un tiempo en Lundayani adoctrinando, hasta que vinieron los jesuítas y los arrojaron en 1569 y destruyeron los templos de Santa Bárbara y Lundayani, conservando unicamente los de San Pedro y San Juan, cerca de los que construyeron los suyos: Santa Cruz y Nuestra Señora de la Asunción.
Iglesia Santa Cruz, construida a la llegada de
la Compañia de Jesús
Iglesia Nuestra Señora de la Asunción, construida por jesuitas
luego de la salida de los dominicos

Fotos mejoradas y texto transcrito literalmente del Album Gráfico e Histórico de Chucuito, publicado por J. Alberto Cuentas, Editorial La Opinión Nacional, Marzo de 1928