La fantasía popular y la leyenda, nos dicen que Juli antiguo estuvo en el lugar que actualmente se conoce con el nombre de Lundaya o Lundayani, al sur de la ciudad y a dos leguas de distancia, en una explanada llena de jichu y a orillas de un riachuelo quo baja del cerro Tisñachuro, hacia el río Salado. La verdad es, que yo creo en la existencia de esa ciudad antigua. Y las razones son: que existen ruinas de callejuelas, pequeñas plazoletas, y los cimientos—únicamente—en la parte central de una chulpa de época preincaica. Sin duda que ésta era una ciudad aymara antiquísima, un poblacho de esns que agrupaban a las tribus aymarás en sus continuas luchas de tribu contra tribu. Por eso la existencia hacia el norte de este pueblo y a la distancia de media legua, las famosas pucaras que existen en PUCARANI, que eran sin chula alguna, para defender a Lundaya o Lundayani, que en ayniara quiere decir Lunttatani, lugar poblado de ladrones, indudablemente por la soledad del paisaje. Sólo asi se explica la existencia de chulpas destruidas y callejones y chozas derruidas. Los primeros españoles que llegaron a Juli, me refiero a los que vinieron a establecerse, que fueron los frailes dominicos, allá por los años de 1534, encontraron la población indígena de Juli y también la población indígena de Lundayani, como centros de creciente desarrollo entre los aymaras. Estos que trataban de adoctrinar a todo evento, construyeron en Juli tres templos; Santa Bárbara, San Pedro y San Juan.
San Pedro, segunda iglesia construida por sacerdotes dominicos,
conservada y terminada por los Jesuitas
Portada de la Iglesia San Juan,
iniciada por los curas dominicos y culminada por los jesuitas
luego de la salida de los dominicos
1 comentario:
Muy bueno ... solo un aporte la última fotografía no es de la Asunción, es de la Iglesia de Santo Domingo de Chucuito.
Saludos
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